Cómo me convertí en diseñadora web freelance
¿Cuáles fueron los retos que se me presentaron? ¿Cómo ha sido mi proceso de aprendizaje?
Estas preguntas y más te las contesto en esta nueva entrada.
En un inicio en el mundo digital no era mi idea ser diseñadora web, sino que, con el paso del tiempo, me di cuenta de que esta profesión era algo que me apasionaba y en la que podía profesionalizarme.
Advertencia
No quiero que se entienda que te estoy dando pasos para convertirte en diseñadora web o que es una fórmula para lograrlo, sin embargo, creo que ver mi experiencia te puede ayudar en tu camino como profesional.
Algo maravilloso en estas nuevas carreras digitales es que hay mucho espacio para la experimentación, para que cada quien escriba su historia, yo sólo quiero compartirte cómo fue mi rumbo.
Creé mi propio sitio web
Primero que nada, lo que sucedió fue que realicé mi sitio web y esto fue un parteaguas ya que definí cuáles serían las herramientas que utilizaría para lanzarlo al internet.
Fui escuchando los consejos que daban expertos en el ámbito y revisando las distintas herramientas, por lo que acabé eligiendo la plataforma de Squarespace. En ese momento no pensaba dedicarme al diseño web, simplemente la elegí porque me sentí cómoda con ella y funcionaba para lo que necesitaba.
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Diseñé de forma informal webs para conocidos
Con el tiempo, me fui dando cuenta de que me encantaba experimentar con mi propio sitio web, jugar con Squarespace y entonces se fue dando de forma más orgánica ayudar a gente en mi entorno a crear su web en esta plataforma. Le ayudé a mi novio, a mi hermana, a mi mamá, colegas de mi pareja (lo cual no tuvo tan buenos resultados) con sus páginas web, y así me percaté de que era un servicio que podía ofrecer, sobre todo teniendo esta experiencia con sitios que no eran el mío.
Formación en UX, SEO, copywriting, diseño gráfico
Al tener la experiencia ayudando a otras personas, decidí que tenía que plantearme qué era lo que necesitaba saber para poder ofrecer este servicio, lo que me trajo un periodo de mucha formación (que ya había iniciado) para especializarme en el diseño web.
Aprender sobre la experiencia de usuario: que el diseño fuera accesible para los clientes que visitaran los sitios web.
SEO: todo sobre la optimización de páginas.
Copywriting: qué deben decir los textos para persuadir.
Bases de diseño gráfico.
Estrategia y psicología de la conversión.
Herramientas para gestionar la comunicación con los posibles clientes.
Rediseñé mi web para ofrecer mis nuevos servicios
Lo que sucedió una vez que me sentí un poco segura como para poder ofrecer este servicio fue que transformé mi propia web. En un principio, mi idea era hablar de temas sobre sustentabilidad en los negocios, ya que sí es algo que me preocupa todavía en la actualidad, sin embargo, y de forma muy orgánica, mi Blog comenzó a transformarse en entradas donde compartía mi historia de emprendimiento online, ya que tenía mucha experiencia de manera offline.
Crear contenido de interés para mi cliente ideal
Ahora que tenía la idea de dedicarme al diseño web, fue necesario cambiar el diseño de mi sitio para poder ofrecer este servicio, por lo que coloqué una página de venta explicando mi servicio, cambié mi About, empecé a destacar ciertos artículos en mi Blog que podían ser de mayor interés para mi cliente ideal, por lo que vino todo un re-diseño de la web. Entonces mis contenidos ( videos, artículos, posteos) necesariamente se fueron enfocando en este nuevo cliente que deseaba que me contratara, en los temas que les fueran relevantes a mi audiencia, además de que me ayudaran a aparecer en las búsquedas.
Busqué mis primeros clientes
A la par de ir creando contenidos, ya que sé que es una estrategia de mediano a largo plazo, comencé a buscar clientes de forma más directa. Abrí perfiles en Up Work y Workana, pregunté entre mis contactos, hice networking con otros profesionales que pudiera recomendar mis servicios sin ser competencia directa: copywriters, couches de negocios, diseñadores gráficos, etc. Algunas de estas profesionales las he entrevistado, por lo que en mi Blog puedes encontrar estas entrevistas, y esta fue la manera en que comencé la conversación con colegas.
Mandé mi primera propuesta formal
Mi primer cliente grande que llegó fue cuando participé en grupos de Facebook donde pudiera encontrar a mi cliente ideal de manera más activa, en lo que mis contenidos iban teniendo más alcance.
Finalmente, se me dio la oportunidad de mandar mi primera propuesta formal a la cual le eché muchísimas ganas. En uno de estos grupos un par de personas publicaron que tenían problemas con su web de ese momento, por lo que yo me puse a revisar su sitio y les envié un correo con las soluciones que les podía ofrecer para optimizarlo y entonces me respondieron que de entre los muchos profesionales que los contactaron, nadie les envió algo tan puntual y extenso sobre lo que podría trabajarse con el proyecto, que se habían dado cuenta de que incluso muchos ni se tomaron la molestia de revisar su web.
Es por esto que recomiendo que en un inicio, sobre todo si no tienes un portafolio que te respalde, des un poco más de lo que se te pide para agregar una propuesta de valor que sea puntual y dar una buena solución al posible cliente.
Repetí los últimos 3 pasos varias veces
Actualmente, mi proceso incluye repetir los últimos pasos:
Seguir creando contenido de valor para mi cliente ideal
Seguir buscando de forma activa clientes
Enviar propuestas
Este sigue siendo mi ciclo de trabajo y con cada experiencia voy aprendiendo y haciéndome mejor en mi profesión.
Ésta ha sido mi experiencia de cómo me fui perfilando como diseñadora web, en mi Blog encontrarás más artículos al respecto que sé que te ayudarán en tu emprendimiento digital.
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Te mando un fuerte abrazo,
nos encontramos muy pronto
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